El cáncer de garganta y el tabaco | Nicorette

Cáncer de garganta y tabaco

En los últimos años, los casos de cáncer de garganta han aumentado en España. Afecta a 18 personas por cada 100 000 habitantes, siendo la segunda neoplasia del tracto respiratorio más frecuente, solo superada por el cáncer de pulmón. Esta incidencia elevada se debe, entre otros factores, al aumento del tabaquismo, el principal factor de riesgo para la aparición del cáncer de garganta.

De hecho, se estima que el tabaquismo causa el 85% de los casos de cáncer de garganta. El consumo de tabaco, sobre todo cuando se combina con alcohol, puede aumentar 30 veces las probabilidades de desarrollar cáncer de garganta. Fumar puros, así como aspirar o mascar tabaco, también incrementa el riesgo de desarrollar este tipo de cáncer.

La relación entre el tabaquismo y el cáncer de garganta

¿Sabías que el humo del tabaco contiene más de 50 sustancias cancerígenas?

La mayoría de estas sustancias se producen durante el proceso de combustión al encender el cigarrillo y en cuestión de segundos llegan a la garganta. Allí, no solo irritan las mucosas, sino que pueden causar inflamación crónica y propiciar la aparición de placas blancas, un trastorno conocido como leucoplasia que se considera un signo precursor del cáncer.

Algunas de las sustancias cancerígenas que se encuentran en el tabaco, como los hidrocarburos aromáticos policíclicos y las nitrosaminas, traspasan las mucosas y actúan directamente sobre las células tumorales, promoviendo su crecimiento y proliferación. Otros componentes del tabaco, como el arsénico o el cadmio, pasan al torrente sanguíneo y luego se infiltran en el ADN afectando su capacidad para controlar el proceso de división celular, estimulando así el desarrollo de las células tumorales. El resultado: el fumador comienza a desarrollar un cáncer de garganta.

Los factores de riesgo para que un fumador padezca cáncer de garganta

El tabaquismo aumenta el riesgo de padecer cáncer de garganta, pero se estima que solo el 15% de los fumadores que consume un paquete de cigarrillos o más al día desarrolla la enfermedad. El nivel de riesgo depende en parte de la predisposición genética de cada fumador, la cual regula la proliferación de las células tumorales en el cuerpo.

Sin embargo, también existen otros factores que inciden en el riesgo a desarrollar cáncer de garganta como el tiempo que lleves fumando, la cantidad de cigarrillos que consumes a diario y el tipo de tabaco. El número de inhalaciones que tomes cada vez y la profundidad de las mismas, así como tu estado de salud, también pueden aumentar o disminuir el riesgo de padecer cáncer de garganta.

Los síntomas más habituales del cáncer de garganta

Al inicio, los síntomas del cáncer de garganta pueden confundirse con facilidad con las alteraciones que causa el tabaquismo en la garganta, por lo que a menudo pasan desapercibidos. Sin embargo, existen algunos síntomas que pueden desvelar la presencia de la enfermedad en etapas tempranas.

  • Tos frecuente que tiende a empeorar con el tiempo.
  • Cambios en la voz, como ronquera o dificultad para hablar con claridad.
  • Dolor de oído.
  • La presencia de una protuberancia o llaga que no cicatriza.
  • Dolor de garganta persistente que empeora con el tiempo.
  • Dificultad o dolor al tragar, incluso líquidos.
  • Dificultad para respirar con normalidad.
  • Pérdida de peso.

¿El cáncer de garganta tiene cura? Su pronóstico

El pronóstico del cáncer de garganta dependerá en gran medida del momento en que se diagnostique. Por lo general, la tasa de supervivencia a 5 años oscila entre el 32 y 61% según el tipo de cáncer, pero si se detecta en una fase tardía, cuando el cáncer se ha propagado a otras partes del cuerpo, esta tasa se reduce al 21 y 34%. En cambio, la detección temprana y el tratamiento adecuado aumenta la supervivencia a entre el 59 y 78%, siendo posible eliminar el cáncer en muchos casos.

La radioterapia, la cirugía y la quimioterapia suelen ser los tratamientos de elección para el cáncer de garganta. Sin embargo, la decisión dependerá de factores como la edad del fumador, el tipo y el estadio de la enfermedad, la presencia o no de metástasis y el estado de salud general del paciente.

¿Dejar de fumar previene el cáncer de garganta?

Dejar de fumar puede reducir considerablemente el riesgo de padecer cáncer de garganta a largo plazo. Un estudio realizado por el Centro de Control y Prevención de Enfermedades​ (CDC) desveló que 10 años después de abandonar el tabaco, el riesgo de desarrollar cáncer de garganta puede reducirse a la mitad mientras que a los 20 años las probabilidades son prácticamente las mismas que tiene una persona no fumadora.

Incluso con un diagnóstico de cáncer de garganta, dejar de fumar puede mejorar el pronóstico, alargar la esperanza de vida, aliviar los síntomas de la enfermedad y facilitar la recuperación con el tratamiento adecuado. Abandonar el tabaquismo también puede prevenir futuras recaídas y reapariciones del cáncer de garganta.

Por tanto, nunca es tarde para dejar de fumar.