¿Qué es la enfermedad pulmonar obstructiva (EPOC)?

El acrónimo EPOC hace referencia a la enfermedad pulmonar obstructiva crónica, que se caracteriza por ser una enfermedad crónica inflamatoria que obstruye el flujo de aire desde los pulmones. Los síntomas incluyen dificultad para respirar, tos, producción de mucosidad (con esputo) y pitos al respirar. La EPOC está causada por la exposición a largo plazo a gases o partículas irritantes, en la mayoría de los casos del humo de cigarrillo. Afecta a un 10% de la población general, siendo la cuarta causa de muerte en el mundo y se estima que en 2020 será la tercera causa de fallecimientos a nivel mundial.

En los pulmones el humo del tabaco tiene un efecto parecido al que se produce en la piel. Se produce una pérdida importante del tejido elástico, lo que se traduce en un envejecimiento acelerado. De esta forma, los fumadores con EPOC, pudiendo tener una edad cronológica de 50, 60 o 70 años, pueden llegar a tener una edad biológica pulmonar de 10, 15 o 20 años de más.

Las dos afecciones más frecuentes que contribuyen a desarrollar la EPOC son las siguientes:

• Bronquitis crónica, la cual implica una tos prolongada con moco (expectoración) y tos de forma habitual. El calibre de los bronquios se reduce, y al tener que respirar por unos tubos más estrechos, el esfuerzo que se necesita para movilizar el aire es mucho mayor, lo que produce dificultad respiratoria.
• Enfisema, una afección pulmonar que causa dificultad para respirar. Las personas que lo padecen tienen dañados los sacos de aire de los pulmones (alvéolos)

Además, algunos pacientes que sufren asma –y con ello dificultad para respirar en algunas ocasiones- también pueden tener EPOC.

Las personas que padecen dicha enfermedad, asimismo, tienen mayor riesgo de contraer enfermedades cardíacas, cáncer de pulmón y una variedad de otras afecciones.

Causas que provocan el origen de la enfermedad

El principal factor de riesgo de la EPOC es el hábito de fumar. Hasta un 75% de las personas que sufren EPOC fuman o solían hacerlo. La contaminación del aire por la polución, respirar el humo de otros fumadores que está en aire, los vapores químicos o el polvo del medio ambiente o del sitio de trabajo, también puede contribuir a contraer la EPOC. La consecuencia más severa termina siendo en muchos casos la muerte.

Además, las personas que tienen antecedentes familiares de EPOC cuentan con más probabilidades de presentar esta enfermedad si fuman.

Síntomas de la EPOC

Los síntomas de la EPOC no suelen aparecer hasta cuando ya se ha producido un daño significativo en los pulmones y, por lo general, empeora con el tiempo, sobre todo si el paciente sigue expuesto al humo del tabaco.

Los pacientes con bronquitis crónica presentan una tos diaria y producción de mucosidad (esputo) como síntoma principal durante al menos tres meses al año en dos años consecutivos.

Otros signos y síntomas de la EPOC pueden incluir los siguientes:

• Dificultad para respirar, sobre todo durante la realización de actividad física
• Silbido al respirar
• Presión en el pecho
• Tener que aclararse la garganta temprano por la mañana debido al exceso de mucosidad en los pulmones
• Una tos crónica que puede producir mucosidad, la cual puede ser transparente, blanca, amarilla o verdosa
• Color azul en los labios o los lechos ungueales (cianosis)
• Infecciones frecuentes en las vías respiratorias
• Falta de energía
• Pérdida de peso involuntaria (en los estadios más avanzados)
• Hinchazón en los tobillos, los pies o las piernas

Tratamiento de la enfermedad pulmonar obstructiva (EPOC)

Si el diagnóstico al que se ha sometido el paciente ha determinado que sufre la EPOC, debe saber que es una enfermedad incurable. No obstante, existen recomendaciones y tratamientos para suavizar la enfermedad. Sin duda, el más eficiente y menos costoso para combatir esta bronquitis crónica es dejar de fumar, puesto que retrasa la evolución de la enfermedad y reduce la mortalidad.

También existen los tratamientos farmacológicos (los broncodilatadores administrados por medio de inhaladores) y la fisioterapia, que pueden aliviar los síntomas, mejorar la calidad de vida, la capacidad de ejercicio y reducir el riesgo de muerte. En algunos casos, el tratamiento con corticosteroides inhalados es también beneficioso.

Prevención

La mejor prevención, como es de suponer, es no fumar. Puede consultar con un especialista para que le aconseje sobre programas que le impulsen a dejarlo. Uno de los tratamientos más recomendados para fumadores con moderada y alta dependencia a la nicotina es la Terapia Sustitutiva con Nicotina (TSN) que, si bien no sustituye una adicción por otra, en comparación con los cigarrillos, sí que proporciona cantidades menores y más controladas de nicotina. La dosis se va reduciendo lentamente hasta que, de forma gradual, puede acabar dejando la nicotina para siempre.

Los productos de TSN -que están indicados solo para adultos- no curan el tabaquismo, pero sí que pueden hacer que, junto con tu fuerza de voluntad, dejar de fumar sea más fácil. Esto es posible ya que la TSN actúa liberando nicotina terapéutica en el torrente sanguíneo a niveles mucho más bajos que un cigarrillo, y sin el alquitrán, el monóxido de carbono ni el resto de sustancias químicas perjudiciales del humo del tabaco. Así, ayuda a aliviar las ganas de fumar más intensas y a prevenir o reducir los síntomas de su abstinencia.

La gama de productos Nicorette está compuesta por parches transdérmicos, chicles, comprimidos para chupar y spray bucal; todos ellos indicados para el tratamiento de la dependencia tabáquica en adultos mediante el alivio de los síntomas de abstinencia, incluyendo las ansias de fumar durante el intento de dejar de fumar en adultos.

¡Está en tu mano dejar de fumar y mitigar los problemas que ocasiona esta enfermedad!